domingo, 12 de septiembre de 2010

Suena el telefono de casa. Otro día más que me despiertan con ese ruidito infernal.

- ¿Sí?- cómo no es mi madre y ahora vienen las típicas preguntas absurdas.
-Hola, soy yo ¿te he despertado?- pues menos mal que eres " yo" y que te reconozco la voz, claramente me has despertado ¿no se nota en mi voz?
-No, ya llevo tiempo levantada.-Miento descaradamente.
-¿Estás en casa?
-Mamá, eso no se pregunta estas llamando a casa.
-Ahh, es verdad.
-¿Y para que llamabas?
-Para saber que tal estabas.

Un día de estos desconecto el telefono, ¡SOLO QUIERO DORMIR!

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